Algun@s ya sabeis lo importante que era para mí, aprobar este examen.
Este año era uno de mis grandes retos.
Reto que he conseguido principalmente al apoyo incondicional de mi profesara de Ballet Carmen, a la cual no tengo más que palabras de agradecimiento y felicitaciones por su trabajo impecable.
Gracias también al apoyo de mis compañeras en este proyecto, y como no, al de mi familia, en especial al de mi querido esposo, que me ofrece siempre el impulso de luchar por mis sueños, sin medida.
Algun@s pensareis, pues un examen más, un título, una meta...pero es algo mucho más especial.
Detrás de este logro, hay muchas horas de trabajo, de clase, de técnica, de emoción al aprender, de belleza en cuanto a la música y el movimiento que la acompaña, así como también ha habido momentos de frustración, de miedo, de dudas, que se han visto compesados por la pasión, las risas....un sin fin de emociones nuevas, bailar con música de piano en directo, compartir conocimientos con las compañeras, y nervios, muuuuuchos nervios.
Bailar con música en vivo , ante una examinadora fijándose en cada detalle, durante una hora aproximadamente, y ejecutar todo lo aprendido, es una experiencia, que no tiene precio.
Finalmente si, es un reto conseguido, pero es un reto personal que me había marcado con sólo un fin ...aprender más...y realmente me ha servido, transmitiéndome mucha motivación. Esta me ha llevado a aumentar los ensayos en casa y eso, a la larga, se nota.
La danza clásica es adictiva, pero requiere mucha dedicación y concentración.
Es la base de cualquier danza, y ya sabéis para la oriental también nos sirve. Que se lo digan a mis alumnas, el lenguaje técnico que están cogiendo, que aveces me sorprenden a mi misma, y a la vez me emocionan.
Una suerte poder disfrutar de la danza clásica y de esta maravillosa experiencia.
Estoy deseando empezar el nuevo curso...A no parar, mientras el cuerpo aguante!!!
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